El 13 de octubre de 2021, la Comisión de Asuntos Europeos colaboró con representantes del Movimiento Europeo-Francia y sus organizaciones miembros en el marco de la Conferencia sobre el Futuro de Europa. El tema de este debate fue el siguiente: «¿Qué políticas europeas deben responder a las expectativas de los jóvenes? «. Sabine Thillaye, presidenta del Comité recuerda que el Movimiento Europeo es una asociación creada en 1950 después de la guerra, cuya misión era llevar a cabo el debate público en torno a Europa al tiempo que avanzaba propuestas constructivas. El Movimiento Europeo funciona como una especie de líder de red que reúne a grupos de reflexión y organizaciones juveniles. La Presidencia francesa de la Unión Europea se centrará en la juventud, especialmente en tiempos de refundición del proyecto europeo. Es esencial tener en cuenta las opiniones de los jóvenes y reflexionar sobre sus expectativas para la futura Europa. Esto es necesario para reforzar el sentido de pertenencia de los jóvenes a Europa, porque solo cuando uno siente que uno forma parte de un grupo es capaz de llevar las prioridades juntas. Una de las propuestas debatidas durante el Evento Europeo de la Juventud es el multilingüismo. Es una riqueza para Europa y debe preservarse: no es necesario resumir todo en inglés. También es importante destacar la importancia de las Comisiones de Asuntos Europeos de los Parlamentos nacionales que vinculan los niveles europeo, nacional y local. Antoine Chabal, presidente de la asociación Les Jeunes européenne-France, recuerda los temas de interés para los jóvenes: medio ambiente, cambio climático, educación, movilidad, democracia, valores europeos y Estado de Derecho. Los jóvenes tienen muchas expectativas sobre estas cuestiones, no deben sentirse decepcionados porque el reto consiste en crear una verdadera conciencia europea y un espacio público europeo para responder a los retos presentes y futuros. Por lo tanto, debe reforzarse el lugar de Europa en la educación y la movilidad en los planes de estudios escolares y universitarios. También es necesario reforzar la formación de los formadores y sensibilizar a los profesores sobre las cuestiones europeas, con el fin de sensibilizar a los jóvenes que acompañan. Por último, reforzar el lugar de Europa en los medios de comunicación es una cuestión real de información y comprensión para todos los ciudadanos europeos. Deberíamos estar más informados sobre los retos institucionales y las noticias de todos nuestros vecinos europeos. Romane Esmingeaud, joven embajadora de la Oficina Franco-Alemana de la Juventud (OFAJ), señala la falta de información sobre la Unión Europea, que es la causa de la falta de apoyo al proyecto europeo por parte de los jóvenes. Se necesitaría una mejor información sobre las instituciones europeas, su funcionamiento y las competencias de la Unión mediante una organización sistemática de la simulación de los procesos legislativos europeos en las escuelas. La ejecución de este proyecto requeriría un aumento de los recursos para la red Europe Direct y para las asociaciones que organizan estas simulaciones para que puedan ampliar sus áreas de influencia. Una solución puede ser la creación de nuevas misiones de servicio cívico europeo a estas instituciones, dedicadas a la organización y ejecución de simulaciones. Monica Radu, miembro de la Maison de l’Europe de París, propone aumentar el interés de los jóvenes por los asuntos europeos. Propone revertir las funciones siguientes: en lugar de pedir a los jóvenes que se interesen más por la política, la sociedad civil y la política deben dar un paso hacia los jóvenes. Los diputados al Parlamento Europeo deben reunirse con los jóvenes sobre la base de las asociaciones existentes. También propone que las asignaturas europeas se incluyan más en los planes de estudio de la educación nacional y en la educación de todos los ciudadanos europeos en general. Es preciso encontrar formas de permitir que las asociaciones e instituciones europeas colaboren para sensibilizar a los jóvenes. Benjamin Sibille, fundador del colectivo para un Servicio Cívico Europeo, propone abrir la movilidad europea a todos los jóvenes, independientemente de su nivel educativo o socioeconómico. El Servicio Cívico Europeo es una solución que tendría en cuenta las limitaciones presupuestarias existentes. Por ejemplo, propuso el desarrollo de la cooperación entre los Estados miembros de la UE en los que existen servicios cívicos nacionales para permitir el intercambio de voluntarios entre los Estados miembros. El único obstáculo sería pensar en acompañar el aprendizaje y el transporte de idiomas. Boris Jaros, presidente del colectivo para un Servicio Cívico Europeo, propone vincular el servicio cívico nacional y el servicio cívico europeo con la realización de promociones mixtas (el 50 % de los jóvenes del país en el que tiene lugar el proyecto y el 50 % de los jóvenes de otro país europeo). Marie Leveugle, miembro de la OFAJ, señala que los jóvenes partidos en el marco de un programa europeo han vuelto con una imagen positiva de Europa. Antes de hacer nuevas propuestas, destacó la necesidad de hacer un mayor uso de las soluciones que ya existen en las universidades, ferias y redes sociales. También propuso organizar olimpiadas europeas. Las asociaciones deportivas de las universidades pueden participar en sesiones deportivas en otro país europeo, lo que inspiraría el entusiasmo de los jóvenes. David Radji, miembro de la asociación CliMates, quiere que las cuestiones ambientales se integren mejor en los programas de educación. Los jóvenes deben ser conscientes de los problemas medioambientales desde una edad temprana. Si bien la UE tiene ideas medioambientales como el paquete «Fit for 55», no tenía la ambición de aplicarlas porque los presupuestos de la UE anunciados son demasiado bajos en relación con los objetivos que las instituciones se han fijado. Diane Dussans, miembro de la Maison de l’Europe de París, recuerda que el consumo sostenible y responsable era un tema muy importante para los jóvenes europeos. De hecho, existen muchas etiquetas, pero carecen de transparencia: algunos se basan en criterios ecológicos, pero no en criterios sociales. Por lo tanto, propone la creación de una etiqueta común a nivel europeo con el fin de aumentar la visibilidad. Los jóvenes europeos también están preocupados por el origen de los textiles: todos los productos de la trata de seres humanos deberían prohibirse en el mercado europeo.

13 octubre 2021

16:00

Sala de la Comisión de Asuntos Europeos
Assemblée nationale, 33, rue Saint-Dominique, 75007, Paris

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